Pombo Recomienda: Avaricia, Lujuria y Muerte

Debido a nuestra amistad con una de las actrices, profesora de interpretación de Paloma y Laura, esta semana hemos acudido al montaje de la obra de Don Ramón María que se realiza en el teatro que lleva su nombre.
Para una compañía tan modesta como la nuestra, acudir a un teatro con tal despliegue de medios, produce una sana envidia, aunque cuando esos medios son desperdiciados, nos indigna de especial manera.
Es un montaje sin coherencia, debido a la triple dirección con la que se nos presentan tres de las piezas que componen el retablo que nos regaló el gran Valle.
De "Ligazón" destacamos el brillante trabajo de iluminación y de las actrices Gloria Muñoz y Manuela Paso. Como lectores ávidos de Valle-Inclán, adoramos sus espléndidas acotaciones, pero rompe el código teatral que sean los actores, interrumpiendo su composición de personaje, los que las declamen, destrozando el ritmo de una pieza que está llena de pasión sexual, pasión que se diluye, dejándola vacía.
"La Cabeza del Bautista" ha sido brillantemente trasladada a una España setentera, de bar de pueblo y cortina de canutillos de plástico, con un trabajo magnífico de todos los actores y un gran respeto al texto. Es lo mejor del montaje, sin duda.
Y cierra "La Rosa de Papel"... pobre rosa. Partiendo de una estética cercana al cómic, que nos resultó interesante, ya que Valle lo concibe como teatro de marionetas, con un elenco de actores magníficos, esforzándose por defender lo indefendible, tuvimos que asistir a la fantochada procedente de una mente tan obtusa que se cree con la capacidad de modernizar al que sigue siendo el más moderno de los dramaturgos españoles. Partiendo del texto en el que con más crudeza se refleja la miseria humana, se sustituye la lujuria por obscenidad y la muerte por penes de felpa.
Qué suerte tienen algunos de que haya pasado un siglo, y Don Ramón no deambule por nuestras calles con su bastón estilete. Por una disputa perdió la mano, que no haría ante semejante ofensa. Le recomendamos a Bolta que no pasee por el Callejón del Gato, por si acaso...

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